domingo, 30 de julio de 2017

El poder de las palabras



Me gustaría saber usar mejor las palabras, conocer la magia que esconden para que el mensaje que quiero comunicar llegara a los más profundo de la gente, no pueden ser imágenes terribles de personas cayendo desde una ventana o entrando en el mar sin dejar de andar hasta que se ahogan, no sé cómo trasladar los sentimientos que tenemos cuando esos mismos momentos se nos vienen a la cabeza porque son los que vivieron nuestros seres queridos y como todo se revuelve, nos llenamos de tristeza, de dolor, a veces de desesperación.

Quiero que no os dejéis llevar por la pena o la lastima sino que como nosotros penséis que nadie debería pasar por momentos así, ser solidarios, empáticos, porque solo cuando sabemos que alguien se ha podido salvar, dejar pasar ese momento terrible, sentir el amor de los que le rodean y vive, nos sentimos mejor.

Oigo hablar de millones de euros por un jugador de futbol, de independencias, mientras mueren cada día más de 10 personas sin que importe, sin concederles el valor que tienen.

Lo sé, cada cosa en su sitio, para mi han dejado muchas cosas de ser importantes o debo decir que he aprendido qué lo es, la vida, las vidas, todas, hasta la más sencilla, posiblemente porque me cuesta mucho dirigir la mía, encontrar la ilusión.

Necesitamos compromiso, del de verdad, de profesionales, de ciudadanos, que no lo veamos como algo lejano que no podemos solucionar, que no queremos hablar, porque son nuestros vecinos, amigos, compañeros de trabajo o gimnasio, personas que luchan contra la depresión o contra el dolor de haber perdido a alguien por suicidio. Es un problema que está en la calle, la primera causa de muerte en España.

Nos gustaría espacio en las televisiones como la pobre Juana a la que quieren quitar sus hijos, los nuestros se fueron, como Blesa, los nuestros no fueron juzgados, lo son ahora, como los corruptos que nos han robado dinero y vidas, las de nuestros amados e inocentes suicidas no tienen ni derecho a imágenes ni a campañas de prevención.

Esto no es culpa de todos, no, es culpa de los que pueden hacer algo para intentar solucionarlo, pero si es responsabilidad de todos exigir nuestros derechos.

Pero como decía al principio no se usar las palabras para llegar a los corazones, para empujar a cuidarnos unos a otros, para pediros ayuda.