viernes, 19 de agosto de 2011

Invasión

Me siento agredido, por una multitud de jovenes y religiosos que ocupan mi ciudad, que gritan, cantan, me golpean con sus banderas, rezan por mi alma como si mi dolor por el hambre, el sufrimiento, la tortura, la falta de libertad... fuera algo malo.
Respeto cualquier creencia pero me gusta mas cuando cualquiera habla con su Dios, recogido y con entrega, sin imposicion.
No me gusta este espectaculo de jovenes con cara de abducidos, me da un poco de miedo, recuerda a una guerra santa.