jueves, 29 de enero de 2015

TE EXTRAÑAMOS

Hoy me he levantado sintiendo que estabas conmigo, es una sensación extraña, como si un nuevo órgano hubiera crecido dentro de mi, te siento tranquila y suave como una caricia.
Yo que siempre trato de ver las cosas con el mayor de los escepticismos, no encuentro ni un resquicio de duda, noto una especie de abrazo suave, en silencio, como lo hacíamos tantas veces al día.
Te echamos de menos, mucho, para seguir hablando de libros, de sentimientos, de cada cosa que veíamos en el mundo cada momento, pero te dijimos tantas veces cuanto te queríamos que se que no tenias ninguna duda de ello.
Son tantas las imagenes de felicidad que hemos vivido juntos que se amontonan en nuestras mentes sobre el dolor del sábado y lo tapan, no podía ser de otra manera, te has ocupado durante 18 años de evitarnos cualquier disgusto, como no lo ibas a hacer ahora.
Fuiste una niña buscada y querida desde el primer momento, tu madre y yo hemos hablado muchas veces de la suerte que teníamos, de la cantidad de detalles que tenias con nosotros, de alguna manera hemos sabido hacerte entender que eramos tres contra todo, que compartiamos el mismo destino y juntos nos hemos dado fuerzas cuando alguno estaba mas flojo. Que suerte hemos tenido.
Ese mismo amor te ha impedido compartir con nosotros lo mal que te sentías, no has querido que lo sufriéramos contigo, que mas prueba de amor podíamos pedir, pero ese es el lado malo del amor, evitarle al otro, los otros, tu dolor.
Estos tres últimos meses hemos dedicado las 24 horas del día a estar contigo, observandote, paseando, comentando libros, películas, actitudes y no nos has dejado entrever que sufrias.
Nuestro propósito en la vida desde que llegaste fue hacerte feliz y por eso aunque hubiéramos removido el mundo entero para ayudarte tenemos que aceptar que aunque de forma equivocada, has buscado la felicidad y no podemos hacer otra cosa que perdonarte.
Te perdonamos Ariadna, te extrañamos, te queremos.

Verano 2014